Celebran miles la Resurrección
La feligresía encendió miles de luces para proclamar la gloria de la Resurrección de Jesucristo. Foto: Miguel Castillo/El Sol de Orizaba
El Sol de Orizaba
12 de abril de 2009
Mayra Figueiras HernándezOrizaba, Veracruz.- En los primeros minutos de hoy, miles de católicos participaron en la más importante celebración del año litúrgico, la Solemne Vigila Pascual que se realizó en todos los templos de la diócesis de Orizaba para celebrar la Resurrección del Señor y dar inicio a la Pascua. Este día, Cristo triunfó sobre la muerte y con esto nos abrió las puertas del cielo. En los santuarios, la ceremonia empezó con el templo a oscuras, encendiéndose y bendiciéndose un fuego en el atrio, fuera del templo. De ese fuego se encendió el Cirio Pascual, una enorme vela que simboliza a Cristo Resucitado. De ella, los fieles encienden sus velas propias. Una vez en el templo, el cirio se colocó en el centro del mismo, junto al altar o junto al ambón; y se encendieron todas las luces del templo, se cantó el Exsultet o pregón pascual, antiguo himno alusivo a la noche de Pascua que proclama la gloria de la Resurrección de Cristo.En la Liturgia de la Palabra se leyeron los siete relatos del Antiguo Testamento alusivos al plan salvífico de Dios, intercalados con salmos y oraciones. Tras éstos siguió la Vigilia con la entonación del Gloria, que no se había cantado desde que empezó la Cuaresma, junto con el repique de campanas. Posteriormente se procedió a la lectura de una carta apostólica del Nuevo Testamento. Tras esta lectura y previo al Evangelio se entonó de manera solemne el Aleluya y se leyó el Evangelio correspondiente. Luego de la homilía tuvo lugar la Liturgia Bautismal, en la cual se administró el Bautismo a los nuevos cristianos y se bendijo el agua de la pila bautismal y se cantaron las Letanías de los Santos. También, los fieles presentes renovaron sus promesas bautismales, tomando de nuevo la luz del cirio pascual, y se les esparció agua bendita. Al término de este símbolo, la misa continuó con la liturgia eucarística de la manera acostumbrada. Cabe resaltar que se acostumbra a efectuar la eucaristía bajo las dos especies. La eucaristía, como siempre termina con el envío a la misión "Ite missa est", que en este día es solemnizado por el canto y por el doble aleluya que se añadió.
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La feligresía encendió miles de luces para proclamar la gloria de la Resurrección de Jesucristo. Foto: Miguel Castillo/El Sol de Orizaba
El Sol de Orizaba
12 de abril de 2009
Mayra Figueiras HernándezOrizaba, Veracruz.- En los primeros minutos de hoy, miles de católicos participaron en la más importante celebración del año litúrgico, la Solemne Vigila Pascual que se realizó en todos los templos de la diócesis de Orizaba para celebrar la Resurrección del Señor y dar inicio a la Pascua. Este día, Cristo triunfó sobre la muerte y con esto nos abrió las puertas del cielo. En los santuarios, la ceremonia empezó con el templo a oscuras, encendiéndose y bendiciéndose un fuego en el atrio, fuera del templo. De ese fuego se encendió el Cirio Pascual, una enorme vela que simboliza a Cristo Resucitado. De ella, los fieles encienden sus velas propias. Una vez en el templo, el cirio se colocó en el centro del mismo, junto al altar o junto al ambón; y se encendieron todas las luces del templo, se cantó el Exsultet o pregón pascual, antiguo himno alusivo a la noche de Pascua que proclama la gloria de la Resurrección de Cristo.En la Liturgia de la Palabra se leyeron los siete relatos del Antiguo Testamento alusivos al plan salvífico de Dios, intercalados con salmos y oraciones. Tras éstos siguió la Vigilia con la entonación del Gloria, que no se había cantado desde que empezó la Cuaresma, junto con el repique de campanas. Posteriormente se procedió a la lectura de una carta apostólica del Nuevo Testamento. Tras esta lectura y previo al Evangelio se entonó de manera solemne el Aleluya y se leyó el Evangelio correspondiente. Luego de la homilía tuvo lugar la Liturgia Bautismal, en la cual se administró el Bautismo a los nuevos cristianos y se bendijo el agua de la pila bautismal y se cantaron las Letanías de los Santos. También, los fieles presentes renovaron sus promesas bautismales, tomando de nuevo la luz del cirio pascual, y se les esparció agua bendita. Al término de este símbolo, la misa continuó con la liturgia eucarística de la manera acostumbrada. Cabe resaltar que se acostumbra a efectuar la eucaristía bajo las dos especies. La eucaristía, como siempre termina con el envío a la misión "Ite missa est", que en este día es solemnizado por el canto y por el doble aleluya que se añadió.
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